Estas tan tranquilamente viendo el partido de futbol de tu equipo y la imagen se empieza a descomponer o estás viendo tu serie favorita y de repente aparece el tan temido mensaje de “No hay señal”. Pierdes la cabeza y empiezas a soltar todos los cables, volviéndote loco ante la maraña que hay detrás de todas las televisiones del mundo, como una pequeña tela de araña.